lunes, diciembre 24, 2007

UTOPÍA




Si tu volvieras.
Tal vez mis infinitas mariposas saldrían a tu paso
Y en mi regocijo celebrarían tu andar cansado
Te traerían en un vuelo liviano y raudo, mientras
Bebes néctares que restauren tu espíritu

Si tu volvieras
La gata gris y felpuda daría brincos de locura
El ronroneo de sus bigotes se haría mas suave
Y su dormir sería más sereno
Me despertaría con sus patitas suaves para avisarme


de tu regreso

Si tu volvieras
Aunque fuese invierno, el camino hasta mi florecería
Lotos y nenúfares, calas, musguitos y mil tulipanes
decorarían cada una de tus pisadas
El sol iluminaría mi alma, tu sendero, mi destino
La luna nos cobijaría esa noche en que las nubes que la cubrieron
huyeron al ver tu llegada

Si tu volvieras
Creería en los milagros
y en cada rezo canción, plegaria y oración
agradecería la dicha de ver tus luceros abrirse al alba
el ver tus manos como burbujas hacia a mí,
escuchar el sonidos de tus versos y tu hablar
que para mi fue como poesía encantadora que aún se repite en
mi memoria como un coro de jilgueros, o centenares de campanas

Si tu volvieras
Con mis manos construiría el futuro
Y le arrancaría a mi guitarra los sonidos de canciones mudas
Que escribí en tu ausencia, mientras te añoraba
Quemaría mi nostalgia y mataría el despecho
Ahogaría la rabia, el espanto y despediría
A mi huésped la tristeza

Si tu volvieras
Ya no sería la misma
Los años me habrían cambiado
Colocando experiencia y manteniendo inocencia
Sin cicatrices, sin heridas, sería una mujer entera
De piel y sangre, de hueso y agua
De verdad y entereza, pero con resabios de chiquilla perversa

Si tu volvieras
Lloraría de incredulidad,
comprobando perpleja la intuición que tuve
y que fue el pilar en que me afirme por un rato
Que volverías por el camino andado y por la dirección inversa
Derrotado, mustio y marchito, con las ganas que te di gastadas
Con la esperanza templando en vilo
Con la fe metida en el ombligo
Y la culpa royendo tus entrañas

Si tu volvieras
Comprobarías que estoy completa
Y mi nostalgia de tu presencia se haría parte en la fiesta
Pero tal vez bajarías la vista
Y la garganta apretada no soltaría tus palabras, ni poemas
Alomejor no tendrías la insolencia de gritar tu presencia

Si tu volvieras
Tal vez amarrarías tus palomas por temor
Y te quedarías mirando desde la verja
Sin festejo, sin quilombo, sin colores
Ahogarías tus ganas, y soltarías tus miedos, tus dudas, tus celos

Si tu volvieras
Alomejor no verías mi arcoiris
Y mi canción apenas sería audible a tus oídos
Y mis dedos en las cuerdas no causarían nada

Aún así,
si tu volvieras
enajenado, triste, sordo, ciego y mudo
Yo haría una fiesta de colores, aunque tuviera por compañía
A la sombra de quien fuiste conmigo
Y yo fuera para ti apenas un mimo.