viernes, diciembre 22, 2006

MIL GRACIAS, A TODOS


Cuando comenzó este año, no pensé que terminaría de esta forma. Pocas cosas de las que me ocurrieron, que hice y deshice las tenía proyectadas. Ninguna, tal vez.
Hoy ya no tengo expectativas. Vivo al día, esperando que la vida me sorprenda. Del mismo modo que espero que un buen libro me sorprenda en el siguiente capítulo.
Más que un año ha sido un período - de más de un año, debo decirlo- en el que metí a una especie de montaña rusa con tobogán incluido. No ha sido malo. Tampoco perfecto.
Aprendí a despedirme de cierta gente, y a bienvenir a otros que se integraron en mi vida.
Me he caído, me he parado. Lo más importante es que respiro, que estoy viva. Le quiero dar las gracias a la gente buena, honesta y maravillosa que ha estado conmigo, ustedes saben quienes son. Esos amigos que me ayudaron a respirar cuando estaba en pleno paro cardíaco, respiratorio y existencial. Ustedes bien saben los motivos. Y siguen estando aquí, conmigo. Gracias por darme su confianza, su cariño y sus secretos, por compartir sus vidas conmigo.
Felicito a mi amiga-polola Pancha, que se nos casa el año que viene y que encontró un corazón valiente, fuerte y amable para compartir su vida y la almohada. A Fabiola, que pisó el palito este año que se nos va y que está formando las bases de su futuro con un chiquillo güeno.
No puedo olvidar a ese par de amigas mías que no están acá: Bárbara y Paula. No saben cómo las echo de menos. A Bárbara por sus locuras, por su inocencia y su lealtad a toda prueba: eres más leal que un gato, querida. Gracias por haberme contado aquello, que me permitió empezar una vida de verdad, real y alejada de mentiras y engaños cobardes.
Paulita, que te fuiste lejitos. ¡Cómo extraño tu cerebro! Cafés y piscos sour eternos, llenos de conversación inteligente, coherente, entretenida. La mujer más asertiva que he conocido, lejos. Un saludo a tu chico bello, que te raptó y te llevó hasta España. A ambas, vuelvan pronto.
A Ivonne, una loca de patio con actitud y estampa de cordura. Mi niña bella, no sé cómo, pero algo me dice que las sonrisas están esperando en alguna parte. Y te esperan a ti: a tu oreja atenta, tus palabras precisas, tu corazón lleno de cientos de corazones soñadores. Qué linda persona encontré en ti. Aunque seas de la Pontificie. Mi querida amiga, muchas gracias por tu nueva y hermosa amistad.
Cero mención a los malos amigos.
Muchos abrazos a los que postulan para el cargo de amigos, que son varios. Espero verlos a todos el próximo fin de año, ya graduados de amigos de Dalia. Una tarea no siempre fácil, porque esta gata trotamundos ríe tanto como llora. Se protege, cuida, esconde, maúlla y ronronea. Y no sólo carretea.
Mención especial para mis amores: pasajeros, intensos, débiles, fuertes, obsesivos, despreocupados, y siempre libres.
También le dedico un pensamiento a los truhanes que me hicieron daño: al loco que me asaltó en San Diego, al compañero de pega mala onda, al chofer de micro insoportable. Al que por algún motivo no me soporta. A ellos, les deseo un feliz año y una feliz navidad. La vida cobrará la cuenta, no yo.
Y a ti, el evento cataclístico de mi año, sólo te digo bye, bye, baby, bye,bye. Como a los otros truhanes, la vida cobrará el cheque en garantía que guardo en el bolsillo. No yo. A pesar de todo, a ti, y a los hermosos seres que he mencionado, y a un montón de gente que no mencioné, les deseo un navidad preciosa. Y que el nuevo año les haga recuperar la cordura a quienes lo necesitan con urgencia. Le traiga el amor al que se siente solo ( un amor bonito, no feo, ni pobre , ni triste, ni mediocre, ni tuerto). Deseo enormemente que los perdidos se encuentren a sí mismos. La felicidad está en cada uno de nosotros, no la encierren, déjenla salir. Un abrazo enorme. Yo ahora seguiré mirando y ronroneando a la luna. Hasta el año que viene.

lunes, diciembre 18, 2006

PUTA LA TONTA GÜENA!!!!!


El otro día iba con una amiga, entramos a una tienda y ella, con un dejo de culpa, se detuvo a mirar maquillaje, perfumes, zapatos, ropa, lencería, etc... Yo la acompañé, también sintiendo un poco de culpa que no supe explicarme. En la tienda también había hombres, y creo que ellos no se sentían culpables de ver corbatas, poleras, jeans, etc. Aunque había pocos, lo admito.
Hoy, una compañera de trabajo me dijo que su hija quería de regalo de navidad un carruaje "tipo cenicienta". ¿ Y qué voy a hacer? me decía mi amiga, explicando que ella no le inculcaba esas cosas a su hija, pero que igual le gustan las barbies, los ositos y se arregla la chasquilla y apenas tiene 5 años.
Y yo empecé a preguntarme ¿desde cuando lo femenino, lo dulce y delicado está tan desprestigiado en el mundo? La respuesta era obvia: desde siempre, baste recordar a Juana de arco, las brujas, etc...
Y sí, siempre ha sido de esa forma, pero a tal nivel que ahora resulta que las mujeres que se arreglan son tontas o frívolas. Si hacen dieta son giles. Entonces parece que lo que se lleva es ser gorda, bien fea, peluda y sin gracia,como si eso fuera un valor en sí mismo. ¿ Desde cuándo eso se transformó en un rasgo de inteligencia, profundidad y nobleza? Ahora resulta que lo femenino no va de la mano con la erudición, con el buen desempeño en un lugar de trabajo. No pues, si te arreglas mucho en la pega, eres tonta, y gastas tanto tiempo en arreglarte que descuidas tu trabajo. Ése parece ser el dogma. A lo más, eres la tonta rica del lugar ¡¡Vivan las mujeres hediondas y feas, con las uñas bien negras y el pelo con caspa y piojos!!
A ellos ¿quién les dice algo por comprar suplementos de motos, autos, deportes en vez de la revista Quépasa? Alguien, alguna vez ha criticado a un hombre por comprar uan joyita último modelo de cuatro ruedas, llamada auto? Eso, sin considerar que los juguetes femeninos son harto más baratos. O sea,ni el más caro de un Dolce & Gabbana, o Prada alcanza para comprar una moto. Pero a ellos nadie los critica por gastarse el presupuesto familiar en sus "juguetes"( además de auto le lleva, herramientas, taladro, pelotas -de fútbol-, celulares muy caros, computadores de última, aparte de ropita). Pero resulta que nosotras somos las tontas que nos arreglamos!.
Hago un desafío: un hombre que se lea cuatro libros al mes que sean de literatuta ( no revistas pornos, esas no cuentan). No digo que no existan, pero lo más probable es que si tiene un buen auto, se viste bien, anda afeitado y perfumado pase a lo más por metrosexual o galán, jamás por tonto.
Si una mujer tiene todo eso y además va al gimnasio, no po, ya la cagó, esa gueona es weca. "Puta la tonta güena". Y listo.
Les recuerdo a quienes piensan así, que como dice la película "el diablo se viste de Prada".

domingo, diciembre 17, 2006

NUEVA PERSPECTIVA GATUNA


No se encontró. No estaba en ninguna parte del espacio. Pero el cuadro estaba colgado. Sí, ése cuadro. Él no lo vio, pero yo puedo dar fe de que la pintura reinaba en el baño del lugar. Con sus colores violáceos, la gata azul y el gato amarillo con sus colas entrelazadas mirando a la luna.
Sólo que el tiempo transcurre, el amor se desvanece y da paso al olvido, ése que es más largo, según Neruda. Y también más doloroso, agregaría yo. Entonces los gatos reinaban, pero al revés. Arriba del water, dados vueltas, cabeza abajo, como si estuvieran colgados de las colas. De esta manera , Scat se cagaba literalmente en los gatos. En ése gato, en particular. Hasta que él se fue del lugar ése día de visita.
Entonces, con el resentimiento medio aliviado, la pena menos pesada, los ojos inundados de recordar, y sí, esa veta de amor que siempre queda aunque se hagan esfuerzos sobrehumanos por despedirlo, fue y miró el cuadro nuevamente. Ése que él no vio. ( Si es que vio algo alguna vez, pensó Scat). Lo tomó, lo volteó al derecho, para ver qué tal se veía tal y como se lo había regalado él, deshaciendo esa acción de arte que ella había decidido otorgarle cuando supo que él ya no la miraba a ella, y que venía mirando a otra señorita desde al menos seis o siete meses. Y no sólo mirando, también tocando y bueno, todo lo demás, mientras seguía refugiándose en ella. Respiró aliviada, porque finalmente había sido una buena y sincera conversación, al menos de parte de ella. Si, sigo con ella. No sé por qué. Yo te amaba. No quise hacerte daño. Me traicioné a mí mismo. Estoy bien, vas a estar bien. Sólo te he amado a ti.
Un minuto y consideró que aún faltaba tiempo y mierda que despedir, así es que lo volvió a colgar, tal como estaba ( gatos al revés) y salió del baño unos pocos minutos después. Iba radiante con su vestidito blanco-azul.

jueves, noviembre 23, 2006

Shakira , ex pololos y sapos con guata


"Este adiós no maquilla un hasta luego
este nunca no esconde un ojalá
estas cenizas no juegan con fuego
este ciego no mira para atrás
este notario firma lo que escribo
esta letra no la protestaré
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después
a este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitir que taladre un corazón podrido de latir
este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos ya no lloran más por ti."
J. Sabina


Shakira, Palacio de la Moneda, yo reporteando y de pronto mi ex. Cuando menos te lo imaginas. Que no se acerca a saludar. Yo menos. Que mira, pero no mira. Yo definitivamente no quiero mirarlo. Al final con cara de muchos amigos me dice “hola, ¿Cómo estas?”. Y en un microsegundo empiezo a preguntarme qué se cree este hijo de puta. ¿Querrá que le pregunte cómo está con su muppet- mina?. Bien, le digo con cara de muy pocos amigos, sin mirarlo y me voy.
Ya en la noche, repasando mi jornada al lado de mi gata ronronera, no pude evitar preguntarme en qué momento un hombre maravilloso se transforma en sapo ¿ Será contagioso? Y si es así ¿Quién le pegó ése mal? ( Bueno, yo se bien quién fue la fuente contaminada en este caso).
Entre cigarro, cigarro, vino blanco y coca cola light, con gata maullando, libro en mano y música encendida, me di cuenta de que hay cosas que uno no supera hasta que con el paso del tiempo las vuelve a enfrentar. Así nomás, de golpe. Aunque eso signifique sólo un “bien”.
Me explico: Ya no fui la políticamente correcta niña buena de siempre que te desea lo mejor del mundo aunque me hayas hecho mierda. No, ahora simplemente me dejé fluir sin hacerme la tontona nada me importa. Y honestamente me sentí bien. Y entiendo que superar las cosas no implica que nada te importe, o hacer como que nada te dolió nunca, también implica asumir lo que uno sintió. Y claramente no tengo motivos para tener bellos y rosados sentimientos hacia ex hombres y actuales sapos venenosos y escamosos. ¿O eso sientes si un ladrón te asalta? ¡¡¡¡No po!!! Uno siente rabia, no que al ratero le vaya bien y que se compre muchas cosas con la tarjeta de crédito y los billetes robados de TU –osea mí-cartera.
Debe ser por eso que salí sintiéndome tan bien de Palacio. Con mi existencia común ( soy una chica común) a cuestas y sintiendo mis emociones a flor de piel, junto el sol de la tarde. A fin de cuentas no soy princesa, no dejo zapatos botados y no quiero ni príncipes ni sapos venenosos.

viernes, octubre 27, 2006

RECUERDOS



No debe ser casual que esta foto no se voltee. Los recuerdos, almacenado en la memoria del disco duro siempre se deforman con el paso del tiempo. Otras veces, sin embargo, uno los ve mejor de lo que fueron. No esta vez, claro está.

martes, octubre 24, 2006

RAREZAS


-Eres encantadora, maravillosa, dulce y tierna- le dijo Anatolio, mientras en un arranque de sinceridad calculada, se abalanzó sobre ella y la apretó contra su cuerpo, en un profundo beso. Era el momento, no habría otro, estaba lo suficientemente ebrio para por fin, por fin atreverse a hacerlo. Y ya no quedaba nadie en la fiesta. Excepto él y ella.
Souxie Cat respondió el beso, pero porque a ella le cuesta decir que no, y más aún a Anatolio, su amigo. Estaba confundida, entre el alcohol, el cigarro, la marihuana y la ternura de él. Y entendía poco de lo que estaba pasando. Aún así, se entregó de a poquitos, lentamente. Y entre un beso por acá y la conversación tranquila y sincera del me gustas hace rato, y tú no sé, pero no entiendo nada, se fueron a dormir. A la cama de ella.
Y el la acarició despacito, y ella hizo lo suyo, y al rato ya estaba encantada con Anatolio, quien sólo la abrazó y acarició, como si fuera una animalito delicado y sublime.
Y lo que era amistad, se transformó en una promesa para Souxie Cat, que extasiada con la ternura y osadía de Anatolio, estaba casi a su entera disposición.
Y pasaron los días, y Siouxie Cat esperó su llamado. Pero él no llamó. Esperó su correo. Y él no escribió. Y un día ella le habló, pero todo se había esfumado. Anatolio fue como siempre, con su trato de siempre y cotidiano. Y ella comenzó a pensar seriamente en la posibilidad de que aquella noche nunca hubiera pasado.

miércoles, octubre 18, 2006

DE DIOS, ANGELES Y LA OBLIGACIÓN DE DAR

-¡Dios no te va a tener presente, se va a olvidar de ti!- Me dijo la señora en el paradero de micro, que luego de darme una charla sobre sus problemas de salud – piernas hinchadas, problemas al corazón-, me pidió plata para tomarse una micro. Eran las 11 de la noche, yo estaba a una cuadra de mi departamento en Paseo Bulnes, y andaba con Javier, que apenas vio que la señora se acercaba a nosotros y empezaba a hablar de sus males se fue en la primera micro amarilla que pilló, y ojo que a él le gustan las Transantiago.
Y ahí quedé yo. Y la señora, que me empezó a hablar de lo mala persona que era mi pololo.
-No es mi pololo, es un amigo- le clarifiqué, y claro, no tengo pololo.
Y bueno, a ella le dio lo mismo mi aclaración. Porque él simplemente era malo, pololo o no pololo. ¿Motivo? No la había querido ayudar.
-¿Qué necesita?- le pregunté ya medio inquieta a esas alturas y aburrida de la cháchara de las enfermedades, porque todavía no decía que mierdas era lo que necesitaba.
-Plata, para la micro- me respondió. No pude pensar en otra cosa que no fuera el hehco de que me tuvo como 15 minutos escuchándola, cuando habría sido tan fácil de buenas a primeras pedirme dinero. Metí mi manito en el bolsillo y sólo encontré ciento diez pesos. Se los pasé. Pero no. Ella quería más. Y yo le expliqué que no tenía más que eso.
-Pero tu vives acá cerca, y no me quieres ayudar, y tu ¡tienes que ayudarme!- me increpó en un tono bastante poco amistoso.
- Disculpe, pero me quiero ir a dormir-le dije, lo más cortésmente que pude.
Y ahí la señora empezó en mala, mala onda a decirme burradas. Yo ya estaba harta. ¿Qué quería? ¿Qué le diera alojamiento? Y fue cuando me soltó que Dios no me iba a tener presente , por ser mala persona, por no darle a un pobre, por no ayudar, porque ése ERA mi deber.
Y me aburrí y me fui, explicándole que lo sentía, pero que no podía hacer más, y que diosito SÍ me va a tener presente.
Cuando iba caminando, pensé idiotamente que tal vez Dios se podría enojar conmigo, si es que esta señora fuese un ángel que me estaba poniendo a prueba. Y luego me dije a mi misma “si éste fuera un ángel, no me exigiría darle nada”. Y, por lo demás, Dios debe saber que existe delincuencia, entonces que no me huevee la señora. Y me fui a dormir.

miércoles, octubre 11, 2006

SIOUXIE CAT


A Siouxie Cat le gusta querer, le gusta besar y enamorarse. Mientras pasea en su bicileta, anhela encontrar a un príncipe que no sea príncipe, y que no tenga nada de azul. Porque ella sabe que no es una princesa encantada, y no quiere serlo.
A ella le gusta la carne, la realidad, esa que según Galeano sabe a pan. Le agrada la idea de respirar y reirse. Y le gusta la gente que se ríe con ella y de ella. Sioxie Cat es divertida y un poco extraña: Se ríe de si misma y del mundo y suele andar siempre alegre. Dice que es hippie y rockera. Y es verdad, lo es. Al menos en esencia. Hace collares de mostacillas que tienen magia en cada una de las cuentas, mientras su gata juega con ellos. Y es libre, muy libre.
Tiene ojos felinos, cabello laargo, que le cae cómo la alegría, en tirabuzones ondulados hasta la cintura. Y mientras sueña con aquel que noconoce, simplemente vive.
En un lugar en el que el sol siempre está presente, se sienta por las tardes a leer, escribir poesía, y escuchar su música.
No tiene ídolos, porque están todos muertos, ya que el pasado está pegado a ella. Souxie Cat es definitivamente de otra era. Posiblemente por eso hay cosas que ella no acepta y no entiende: como los simulacros. Simulacros de cualquier cosa. De amistad, de honestidad, de sinceridad, de vida y de amores. Aunque ha llegado a pensar que eso no es cosa del tiempo, sino de la especie humana. Vender simulacros de todo, y creer que son reales. No, eso no es lo suyo. Mejor estar en su mundo narcótico de recreaciónes mágicas, y no vivir en el simulacro eterno de los que creen que están vivos.
A veces, eso sí, la invade la pena, y sufre. Le duele el mundo entero y salen a la superficie los mil quinientos corazones que tiene, y vierte lágrimas doradas como si en ello se fuera la existencia, porque es intensa. Y cuando las sombras se apoderan de ella se recluye aún más. Y la sonrisa eterna que tiene en el rostro, se esfuma y medio muerta camina, trabaja, anda, come. Y es extraño, pero todos se dan cuenta de que a Souxie Cat le ocurre algo. Genralmente no tiene que ver con hechos. Si no más bien con pensamientos.
Y no está mal -según ella- sentir un poquito de dolor y malestar. Menos aún en un mundo en que la alegría falsa es una dictadura, como tener pareja, trabajar y vestirse bien. En que todo se hace sin saber muy bien por qué. Para ella, cada movimiento tiene un fin en sí mismo, y cada cosa en el mundo no es casual. No siquiera el par de zapatos que se compró ayer.

viernes, octubre 06, 2006

SOLDADO QUE ARRANCA...

Bastó decirle hola y darle una oteada para imaginarme fines de semana en familia, casa con auto grande y tres mascotas, desayunos en la cama leyendo el diario los fines de semana. Hijos, seguridad y estabilidad. Asados campestres y un "no bebas mucho". Llegar a las nueve todos lo días para ver las noticias y planificación de vacaciones.
"No tengo teléfono", le mentí y me deshice de semejante panorama.

DISECCIÓN DEL AHORA


ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez

nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien

M. Benedetti

Yo puedo hacerlo. Mirarte y tratar de inferir lo que cada una de tus neuronas hace cuando tus labios pronuncian palabras. Tratar de adivinar tu próximo paso e intuir lo crees que soy. Leer entre líneas lo que sientes o piensas de mí. Puedo ser obsesiva y pararme en la puerta de tu casa para ver cómo, con quién y dónde vives.
Sería un ensayo de scanner cerebral: ¿Cuánto tejido gris ocuparás pensando en mí?
Porque de ti sé muy poco. Como diría Benedetti, conozco sólo tus silencios y ni siquiera el pestillo de tu puerta. Y tú conoces muy poco de mi. Y eso es un riesgo. Muy alto, muy grande.
Para que nadie corra peligro, podríamos hacerlo al mismo tiempo: Mientras yo hago mi análisis y la proyección de riesgo con calculadora en mano, tú podrías hacer lo tuyo.
Mirarme por el rabillo del ojo. Salir conmigo con la desconfianza debajo del poncho y el arma cargada, por si acaso una bala mía te hiere.
Observar mis actitudes y hacerle un autopsia a cada palabra que te digo. Por si las dudas, te recomiendo que lleves un grabadora, para escucharla tranquilamente en tu casa, y hacer un análisis más concienzudo de mi personalidad. Puedes descubrir que soy maniática, obsesiva compulsiva, una vieja histérica, bipolar o tripolar, con demencia severa y graves rasgos de esquizofrenia.
¿Ves que se puede? Yo podría darme cuenta de que eres un maniático violador, asesino en serie, emocionalmente dependiente, machista recalcitrante y hasta de derecha!( sin duda lo peor de todo).
En cambio, podemos detenernos. Frenar tu miedo. Detener el mío y arriesgarnos sin medir la altura de la caída. Puede que haya un red debajo. Puede que tu me gustes y que te llegue a querer. Puede que yo te atraiga, y me regales tus batallas diarias. Puede que no quiera atarte a la pata de la cama. Alo mejor tampoco quieres colocarme en el mueble de trofeos. Quizá, tal vez, un día te necesite, y tú a mi. Y terminemos sumergidos en los recovecos de nuestras existencias. De a poquitos, paso a paso, beso a beso, caricia a caricia. Hasta terminar caminando por la calle agarrados de nuestras confianzas mutuas entrelezadas por los dedos de las manos. Ya sin ganas de escrutar en nadie y viviéndonos a diario. ¿ Estás seguro de que te quieres perder de esta aventura?

martes, octubre 03, 2006

TENGO UN CORAZON TENDIDO AL SOL



Aunque soy un pobre diablo
sé dos o tres cosas nada más
sé con quien no debo andar
también sé guardar fidelidad
sé quiénes son amigos de verdad
sé bien dónde están
nunca piden nada y siempre dan.

Víctor Manuel


Yo creí que no iba a volver a funcionar. Que estaba inválido, que su mustiedad iba a durar siglos. Y estaba bien así, sin sentir: sólo preocupándome egoísta y hedonistamente de mí. Jugando como se hace cuando no hay mucho más por hacer. Leyendo en la soledad de mi cubil, derramando el cariño en una gata y haciéndome la linda con fulanos y sutanos sin demostrar nada, ni entregar nada, porque en definitiva, nada era lo que sentía.
Sintiendo que la vida conmigo basta, gozando de mi maravillosa libertad, de mis amigos que son muchos, y que están conmigo en mis gozos – y por ende alentaban mi hedonismo diario- y en mis melancolías infinitas- que nunca son infinitas, gracias a ellos-.
Cuando nada podía ser mejor, y sólo me relamía bajo el sol, cuando el jolgorio prometía no extinguirse, y cuando la vida era fiesta y sólo bastaba para ello abrir las cortinas por la mañana, mirarme al espejo y verme entera, ocurrió lo menos esperado: apareció un mengano.( Reapareció, debiera ser el término justo).
Tiene cara y ojos de mengano, carácter de mengano, cabello de mengano. Y lo más importante: unas bellas manos de mengano.
Pude entrever que lleva consigo cicatrices de heridas menganescas, posiblemente tan grandes y bellas como las mías.
Y ahí estaba yo, que soy una mengana cualquiera, con piernas de una mengana común y silvestre, y manos y cara y cabello negro de mengana gatuna cualquiera, otra vez sintiendo.
Pum, pum, latió despacio. PUM, PUM, más fuerte y más claro, para que me diera cuenta de que estaba ahí en mi pecho. PUM, PUM, PUM, PUM, PUM, PUM, para celebrar que volvía a funcionar, como el corazón del hombre de lata que no podía sentir, en El Mago de OZ.
Las extremidades de esta gata mengana temblaron. Y la voz se hizo más cantante que nunca, especialmente un día de esos, cuando sin quererlo vió lo que supuestamente no debía ver: su alma. El alma de mengano.
Era entera, tranquila, solitaria y libre. De esas completitas de verdad. Esas almas que no necesitan parches curitas, ni vendas. Que se sanan solitas. Y me sentí reflejada, un poquito reflejada, recordando cómo me relamí cierta herida a tajo abierto que sin querer queriendo, pero queriendo mucho, alguien me hizo por ahí. Es que yo tampoco uso parches curitas.
Y de pronto yo era un corazón tendido al sol, como siempre, como nuevo. Y esta vez volvía a sentir eso: PUM, PUM, PUM, PUM, especialmente si escucho, veo o imagino a mengano, con sus miedos y su alma linda. Y con esa coraza mengana que eso sí, yo trato de sacarme a veces, para ver si me imita, pero él tercamente no lo hace. Reconozco que, sin quererlo, a veces se le sale una parte y puedo ver su almita ahí, pero sólo un poquito. Por el momento, con eso basta.


miércoles, septiembre 20, 2006

CUMPLEAÑOS ENDIECIOCHADO

Debo partir diciendo que durante estos cuatro días no escuché nada, absolutamente ningún reggeatón. Así de endieciochada anduve. Le bailé cueca, valses, tonadas y hasta canté. Pero con cuéa escuché a Tommy Rey. Tampoco vi hot dog, hamburguesas ni nada similar. En su lugar, bailaron por mi paladar empanadas, costillar, vacuno, cordero, y harto pan amasado con chicharrones. Y ¡Cómo no! Si me fui al centro neurálgico de los huasos de la zona central: Santa Cruz. Tierra de los mejores de vinos de este país. (Me faltó hígado pa tomármelos todos).
Mi cumpleaños, el mismito 18 de septiembre, me vi vestida de huasa, con polainas, sombrero y ¡Hasta espuelas! Y en medio de una iglesia tomando chicha en cacho y zampándome una empanada, mientras el curita hacía los suyo con el evangelio. ¡Salud! decían los huasos en vez de amén. Y es que así es la cosa por allá.
A la salida de una iglesita de pueblo, el cajón, los guitarrones y las arpas le ponían el condimento a la comunión, que a esa altura era un excusa más para comer y beber.
También fui a un rodeo, anduve a caballo y ya me creía en el far west...pero the real, mejor que en el cine. Los minos eran de verdad. Y hasta me anduve enamorando del trajecito y las mantas esas...son muy ricos!
En la medialuna, (donde se realizan los bailes y la fonda oficial) uno de aquellos me sacó a bailar. Ojo: le pidió la pieza a mi taita. Así, bien a la antigua la cosa. Y cagó el loco, porque estaba harto güeno, entonces bailé toda la noche cuecas y valses con él. Y me invitó un traguito. Y ahí yo, dándole al güarisnaque: me bajé dos copas de vino al toque. Y seguí con borgoñita helado, pa el calor. Àl otro día lo volví a ver en la plaza central de la ciudad. Y conversamos un rato, pero de ahí les cuento.
Puedo resumir diciendo que no hubo día en que no comiera un buen asado, que allá son en tres etapas. Primero, empanadas; después, pollo y vacuño; y para terminar, cordero y chancho. Todo con ensaladas a la chilena, papas mayo, choclo, etc. Y de postre, siempre torta: lúcuma, manjar, duraznos. ¡¡¡Y unos vinos!!!! Que sólo se venden allá, porque ¡ni para exportación! De esos que no te dejan ni pizca de morada la boca, cosa que ni el mejor de los Miguel Torres hace.
Un solo día no comí carne, porque mi tía dijo que era mucho. Entonces preparó una cazuela de pava con chuchoca y empanadas de marisco...livianita la hueá , pensaba yo. En fin , así es allá nomás po. Y como no me gusta que piensen que los santiaguinos somos medio hueones, yo empiné el codo y comí hasta que me harté. Bien valiente. ( Bueno, tampoco me obligaban a comer). Y como no hay primera sin segunda, este sábado me reúno con mi familia de Santiago a hacer un buen asado con empanadas, pa la segunda patita, pué.¡ Tiquitiquitiiií!

viernes, septiembre 08, 2006

CELEBRACIÓN DE LA VIDA DE SIOUXIE CAT


"Cualquier día en la superficie, es un buen día".
Bob Dylan


...Y abrió las manos y sintió la brisa, y no había dolor. En la cara tenía costras secas de sangre añeja. Se abrió la blusa y palpó con las manos que en medio del pecho, donde antes había un cráter, la piel rosada, húmeda y latiente lo había cubierto todo.
Y con cierto dolor de a poco comenzó a hacer el esfuerzo para abrir los ojos: las pestañas pegadas con costras, dolieron, y una pequeña ráfaja de luz la cegó. Pero continuó, hasta que a pesar del dolor de las pestañas, los párpados se abrieron. Y la luz entró. Fulminante. Tibia. Abrasadora.
La luz que no vió en meses.
Y al mismo tiempo vió cómo su piel blanca, radiaba; y en ella rebotaban los rayos solares del amanecer.
Inmediatamente fue a tocarse los ojos, y los tocó: ya no había sólo una cabidad, ya no salía sangre por ellos. Y lloró con lágrimas y las vió, cristalinas, brillantes y transparentes y con la yema de los dedos se la llevó a la boca. ¡Qué sabor tan distinto al de la sangre!
Respiró profundamente y lo sintió..pum,pum...pum,pum...el corazón, ese corazón inmenso, gigante, entero, latiente, vivo,intenso.
Y vió que la única señal de su muerte era una delicada y hermosa cicatriz que la atravesaba desde el cuello, en la tráquea, hasta el vientre. Una delicada y hermosa cicatriz blanca, que no dolía, que no gritaba.
La acarició dulcemente.Y los recuerdos, que una vez fueron negros, tomaron la forma y el color del amor infinito. Y sólo quiso reir.
Se relamió con su lengua áspera y se reincorporó. Y fue al espejo y lo único que pudo ver fue una línea de blancas estrellas que bailaban en medio de sus labios rosados. Mientras su cascada de rizos negros enmarcaban tan festiva celebración de la vida.

domingo, septiembre 03, 2006

EXTRAÑAS COMPETENCIAS




-Si la tuvieras, si estuvieras con una mujer maravillosa, simplemente no estarías conmigo aquí, noche de viernes, ¡tomándote un vino!- dijo ella y fumó de su cigarro, cruzando las piernas,y mirándolo por encima de la luz de la lamparilla de la mesa.
Llevaban rato discutiendo que si el amor, que si las parejas , que la vida y otras inmortalidades del cangrejo.
Él, se sintió leído y hasta vulnerable, mordió su pipa, le extrajo el humo al tabaco y le respondió:
-¿No has pensado en que esa mujer puedes ser tú?
Y entonces ella, ella no supo que responder.
Más tarde, en el auto se besaron por primera vez. Los dos habían perdido.

jueves, agosto 24, 2006

¡HOMBRES!


-¿Cómo te llamai’?- me preguntó el individuo común, mientras yo no podía quitar mis ojos de su dedo meñique con el anillo de oro y una letra C que rodeaba, junto a los otros dedos de su mano, un vaso de cerveza, que mecánicamente se lleva a su boca.

Como mis amigos suelen proferir cierto nivel de increpaciones en contra de mi prejuiciosa personalidad, traté de no emitir nada sobre los pensamientos que florecían en mi cabeza. Algo que suele costarme cierto esfuerzo, pero en aquella ocasión continúe enhiesta, soportando. Pocos minutos bastaron para darme cuenta de que no, no señores, lo mío no es prejuicio.
En un parpadeo se me larga con toda la información que nadie le preguntó: Estudia bla, bla, le gusta el fútbol (obvio) y es de la U. Puedo entrever, además, que se cree mino y que mientras me cuenta todo esto el jura y rejura que me está matando.
Me mira por el rabillo del ojo, con la ceja arqueada -en un gesto que debe haber estudiado horas frente al espejo-, mientras se seca el resto de cerveza de los labios (perdón, él le llama birra), con gesto de macho troglodita cargado de testosterona.
Llueve en Santiago, pero no adentro del local, donde el aire está más bien sofocante y él no se sale de su chaqueta de cuero con chiporro. Musho.

Bueno, la idea era encontrar este tipo de especimenes, y escribir acerca de ellos, animada por cierta crónica grotesca que leí una vez sobre las chicas “warrior”. Y si bien, en un comienzo pensé que iba a estar difícil, la realidad comenzó a superar a mi estrecha imaginación en cuanto al patetismo de algunos –ojo, no todos- exponentes de mi admirado y querido sexo masculino.
Esa noche siguió mi búsqueda y me adentré en las callecitas que no tienen ese qué se yo, de General Holley, en el epicentro de Providencia. En mi simple aventura me acompañaba mi fiel Fabio, esa amiga de toda la vida que, con tal de hacerte un favor, es capaz de estar una noche entera en lugares como estos.
Con ella entro a Empanadium, o algo así.
Es cruzar el umbral de la puerta, sentarse y divisar a dos tipos recién sacados de la película Tup Gun.
Es de noche y ambos llevan lentes cuneteros, cuentan las chauchas para comerse una empanada por luca, pero eso sí, estilo sobra.
Su compañía son dos bellas y curvilíneas motos imitación Harley Davison, de una marca quiltra que nadie conoce; o sea, no son BMW, ni Honda, ni Yamaha o Suzuki. Pero ellos la venden.
Se bajan de la moto como Clint Eastwood lo haría de un caballo en “Por un Puñado de Dólares”, y caminan con las piernas arqueadas que terminan en dos pares de botas vaqueras que hacen juego con una chaqueta de cuero sin chiporro –en uno- y un impermeable de cuero café –en el otro-. Concordamos con Fabio en que les falta el sombrero, las espuelas y las pistolas, de la misma forma en que acordamos que esos elementos pueden llegar a ser sólo un detalle.
Los chicos del oeste se acercan con una fría mirada al vendedor del mesón y en vez de “whisky, Johnie”, sus bocas masculinas de macho recios vociferan:
-Me da dos de queso y dos coca colas, porfa”.

Y ahí estoy yo, mirando, mirando, y obvio: se acercan. Del mismo modo en que lo haría cualquier macho recio al oler el perfume de una “hembra”: Primero otean el espacio, se sientan en la mesa contigua a la mía y de mi amiga y –acto seguido- sueltan la frase maestra que derrite a cualquier mujer del lejano oeste.

- ¿Cómo te llamai?- increpan casi al unísono, con una rudeza paralizante. Otra sarta de estupideces después, descubro a la fuerza que son vendedores de multitienda, los dos son amigos, uno trabaja en electrónica y el otro en zapatería.

- ¡Igual que Al Bondie!- suelta mi amiga, cagada de la risa.

Uno de ellos no fuma, cosa que me parece de lo más anti vaquero, pero bueno, hay que darle una oportunidad. Y empiezan a hablar de sus amores, de aquello que los hace vibrar como nada en el mundo: Sus motos y los carretes arriba de sus motos y del gimnasio y las pesas...Y con la Fabio nos fuimos al poco rato de ahí.

La Fabio es una mina inteligente, culta, con múltiples intereses y ambiciones, una persona con la que se puede conversar de cualquier cosa. Es una compañía ideal, salvo –quizá para mí- por un pequeño detalle: se derrite cuando escucha música. Cualquiera sea el estilo y ritmo. Baila mambo, salsa, cumbias, y creo que es la única persona capaz de hacer bailable cualquier ritmo, compás y armonía musical, incluyendo los de la música clásica. Hago la precisión de que no tengo nada en contra de la música clásica, pero siempre y cuando no sea para acompañar a una loca a la que le gusta bailar cualquier cosa.
Y en vista de que en Suecia si no se baila no se pasa bien, con mi amiga poco adicta al “dancing”, nos fuimos a una “disco” que por suerte para mi tenía una buena y desierta barra en el bar, con la que poder conversar. Porque al ver los pies de Fabio moverse de manera automática, empecé a intuir lo que venía.

En el local, donde al parecer faltaba la ventilación, por la forma en que se colaban los olores en mi nariz, cobraban nada para las mujeres y muy poco para los hombres al momento de ingresar. Casi regalaban la cerveza para nosotras y por una luca más era posible obtener una piscola, roncola, gincola, etcéteracola.

Es aquí donde los chicos de la peineta y el gel se sacan su armadura y muestran la carrocería: camisetas ajustadas, bíceps, tríceps, glúteos, que bailan al compás de “ lo que pasó, pasó entre tú y yo”, y “dale más gasolina”. Pero ojo: los lentes siguen ahí. Intactos.

En la pequeña jungla los hombres juegan, miran de lejos, se pasean como gatos, casi sensualmente, si no fuera porque la cosa huele a falso, muy falso.
Invitaban a las féminas de su elección a un trago, pero que no cueste más de luca.
Y ahí están ellas, de botas con taco muuuy altos, con sus melenas rubias, dejándose encantar por ellos, demostrando que la culpa no es del chancho, como me decía mi abuelita.
Entre el calor y el reggeaton no falta el que se saca la polera dejando al descubierto el embriague y hasta el estanque de bencina. Es imposible no mirar. Y me autoexculpo: soy mujer ¿no?
Para mi asombro la Fabio comenzaba a disfrutar de la carne mucho más que yo: -¡¡Mira qué rico!!!!! ¡¡¡Si es súper mino!!!!!- me gritaba, en referencia al tipo que mostraba y meneaba su embriague y agitaba una polera roja en la mano.
Y él, como león en harem, se da cuenta, oye a la Fabio y se acerca.
Medio echado en la barra del bar le dice con su voz varonil la frase más creativa del diccionario masculino chileno:
- ¿Cómo te llamai?- .Acto seguido, saca una cajetilla de Marlboro rojo (cigarros de hombre escuché por ahí una vez) y se coloca uno entre los dientes, saca su Zippo y luego de un movimiento malabarístico que deja a la Fabio asombrada (cuánto tiempo lo habrá practicado?), enciende el pucho mientras le dirige una mirada fulminante a las tetas. Exhalaba la primera bocanada de humo por la nariz y por la boca, terminando en pequeños y grandes círculos, mientras sacude su melena larga sin gel, pero bien cuidadita... La Fabio estaba hipnotizada. Y salió a bailar con melena de león

Yo me quedé en el bar con mi vodka tonic( Stolishnaya), con tres hielos y dos rodajas de limón. Y así pasé un buen rato. Hasta que se acercó un tipo que nos miraba de lejos con la Fabio, antes de que se creyera el cuento de las reinas de la noche.

Medio trago en mi intestino y el que parecía ser observador eterno, se deslizaba por la barra, en la que yo continuaba tomándome mi trago, en un vaso de vidrio y fumándome un cigarrillo ultra light.
Él era de los que se hacen los interesantes, osea, se acercaba, pero no se acercaba, me miraba pero no me miraba, o sea, un pelotudo más.
Hasta que se acercó, acercándose de verdad.

-¿Tienes fuego?- me pregunta sin mirar. Y le pasé mi encendedor.

- ¿Quieres menearte un poco? –me dice esta vez mirándome. Y yo le dije amablemente que yo –no- bailo- el nuevo-es-ti-i-lo- de baile, porque no ando en metro, micro, ni escucho ra-di-o.
-¿Por qué no?-. Y ahí empezó el discurso para convencerme de que bailar es lo mejor que me puede pasar y que la música es una especie de ceremonia divina y yo le digo que esto no me acerca a ninguna divinidad, y que el reggeatón no es un rezo a los dioses. Pero el señor músculo-interesante no entiende. Y me invitó a un trago. Mal, porque a mi me quedaba vodka en mi vaso de vidrio y porque no acepto tragos si ya tengo uno. Pero él insite en que para después.
-No me gusta el neoliberalismo ni la acumulación por la acumulación- le bromeo.
No me respondió nada. Se quedó sentado a mi lado y me hizo una de las pocas preguntas que esa noche no había escuchado.
-¿Qué música te gusta?
-Me gusta el rock.
-Ah... ¿Y cuáles grupos?
-Ninguno en específico: Clásico, blues, Punk- le respondo.
-Hmmmmmm......
Ya eran como las cuatro de la mañana y de repente veo a mi amiga toda una dancing queen, con el perreo, melena de león y el reggeaton.
-¡Ven!- me grita desde el medio del local. Yo ya iba en el segundo vodka con tres hielos, dos rodajas de limón y en vaso de vidrio. Y eché de menos a mi chico, a Lou Reed, David Bowie, The Beatles, The Kinks, Rolling Stone, y al infinito regocijo de su abrazo. Y por supuesto lamenté que se me hubiera ocurrido escribir esto que, por lo demás, nunca publiqué y que hoy lo regalo a ustedes. Bueno, al menos la Fabio esa noche lo pasó bien.

domingo, agosto 13, 2006

BOTAS Y PELAJE Y AMORES NUEVOS



You cant always get what you want
But if you try sometimes well you might find
You get what you need
Rolling Stones


Ha pasado tiempo, y como por ahí dicen, al que lo echan sin que lo llamen....
Sí, cambia, todo cambia y de vuelta estoy. Para gritar miserias, susurrar versos y cantar cantares de alegría que nazcan de mi siempre apasionado corazón. Para decir que hay perdón, pero nunca olvido. Para gritarte a vos, hijo de puta, que fuiste un hijo de puta, y que nadie me va a cortar ni clavar la pluma como estaca en el pecho.
Para, con tambores y vítores reírme de ti, de ellos, de mi, por la simple razón de que estoy viva y proclamar mi nueva y bendita libertad!!!!!!.
Hoy quiero ser como prometeo y robarle el fuego a los dioses, ir despacito con la inocencia de mi niña que tan bien cuido y apropiarme de ella, alumbrar mi camino para no caerme en tu hoyo escuro, triste y negro y caminar con paso firme, con mi andar gatuno y mis botas de siempre por el gran, gran camino de la vida. Me doy la bienvenida con la cara en alto, y me río de las lágrimas que lloré, de las cuentos que escribí y de la vida que dejé. Que hoy empiezo otra, con nuevos bríos y nuevo pelaje, porque, recordad, queridos míos que las gatas tenemos siete vidas y yo apenas he matadado a dos. Y sumad a eso, lo que dijo el buen Nietzsche: "Lo que no mata, me hace mas fuerte!!!

sábado, abril 01, 2006

ADIOS ...Y PERDÓN

Cuando empecé a escribir en esta página o cosa llamada blog, lo hice pensando en escribir historias. Puras y simples historias. Algunas basadas en cosas reales, otras absolutamente imaginadas. Pero nunca hice de esto un diario de vida. O sea, mucha metáfora, mucha palabra lúdica, pero nada fielmente real.
Pensé que la gente que tenía estas cosas era mentalmente madura para entender este hecho y el concepto. Pero me equivoqué, porque a través de esta página vi la cobardía humana expresada en su máxima mediocridad, y en su mínima expresión. Patético, simplemente.
Lo que partió de pura entretención terminó siendo algo no muy sano.
Un hijo de puta escribe anónimpos como desenfrenado, producto de una malsana mentecita enferma y maníaca. Otra loca de patio escribe lo que no se atreve a decir en la cara. Esto como que se presta para expresar la pobre personalidad de los chilenos. Por supuesto, no son todos. Pero yo me cansé de ser parte de un jueguito mediocre, ególatra y básico.
Esta es la última vez que deslizo mis dedos por el teclado para poner algo en la red. Y si a alguien le molesta lo que escribo: ¡que se vaya a la cresta!.

Rebelde como siempre, no acepto que una manga de mediocres pordioseros se siga mal entreteniendo a costa de lo que fue inicialmente una "sana diversión".
Me di cuenta de que si la envidia puede matar, la mitad de este mundo lo estaría. Y como a mi me gustan las cosas derechas, simples y francas, me deshago de este mal y chanta canal de comunicación.
Bloguistas, os abandono, los mando a la cresta. Y me voy de viaje, a un viaje intenso y cósmico. Voy en busca de cosas importantes y trascendentes. Vuelvo a ser el águila de siempre, ya me aburrí de estar con los hombres y comer carroña ¡Puaj!

Alomejor fue tarde mi decisión, tal vez, pero mas vale tarde que nunca, dicen. Yo me aburrí, la vida real es harto más interesante que esto. Y casi se me escapa por el bolsillo...no más. Y bueno, tú, ése que lee por curiosidad mi humilde paginita, te digo en serio: lo siento.