miércoles, septiembre 20, 2006

CUMPLEAÑOS ENDIECIOCHADO

Debo partir diciendo que durante estos cuatro días no escuché nada, absolutamente ningún reggeatón. Así de endieciochada anduve. Le bailé cueca, valses, tonadas y hasta canté. Pero con cuéa escuché a Tommy Rey. Tampoco vi hot dog, hamburguesas ni nada similar. En su lugar, bailaron por mi paladar empanadas, costillar, vacuno, cordero, y harto pan amasado con chicharrones. Y ¡Cómo no! Si me fui al centro neurálgico de los huasos de la zona central: Santa Cruz. Tierra de los mejores de vinos de este país. (Me faltó hígado pa tomármelos todos).
Mi cumpleaños, el mismito 18 de septiembre, me vi vestida de huasa, con polainas, sombrero y ¡Hasta espuelas! Y en medio de una iglesia tomando chicha en cacho y zampándome una empanada, mientras el curita hacía los suyo con el evangelio. ¡Salud! decían los huasos en vez de amén. Y es que así es la cosa por allá.
A la salida de una iglesita de pueblo, el cajón, los guitarrones y las arpas le ponían el condimento a la comunión, que a esa altura era un excusa más para comer y beber.
También fui a un rodeo, anduve a caballo y ya me creía en el far west...pero the real, mejor que en el cine. Los minos eran de verdad. Y hasta me anduve enamorando del trajecito y las mantas esas...son muy ricos!
En la medialuna, (donde se realizan los bailes y la fonda oficial) uno de aquellos me sacó a bailar. Ojo: le pidió la pieza a mi taita. Así, bien a la antigua la cosa. Y cagó el loco, porque estaba harto güeno, entonces bailé toda la noche cuecas y valses con él. Y me invitó un traguito. Y ahí yo, dándole al güarisnaque: me bajé dos copas de vino al toque. Y seguí con borgoñita helado, pa el calor. Àl otro día lo volví a ver en la plaza central de la ciudad. Y conversamos un rato, pero de ahí les cuento.
Puedo resumir diciendo que no hubo día en que no comiera un buen asado, que allá son en tres etapas. Primero, empanadas; después, pollo y vacuño; y para terminar, cordero y chancho. Todo con ensaladas a la chilena, papas mayo, choclo, etc. Y de postre, siempre torta: lúcuma, manjar, duraznos. ¡¡¡Y unos vinos!!!! Que sólo se venden allá, porque ¡ni para exportación! De esos que no te dejan ni pizca de morada la boca, cosa que ni el mejor de los Miguel Torres hace.
Un solo día no comí carne, porque mi tía dijo que era mucho. Entonces preparó una cazuela de pava con chuchoca y empanadas de marisco...livianita la hueá , pensaba yo. En fin , así es allá nomás po. Y como no me gusta que piensen que los santiaguinos somos medio hueones, yo empiné el codo y comí hasta que me harté. Bien valiente. ( Bueno, tampoco me obligaban a comer). Y como no hay primera sin segunda, este sábado me reúno con mi familia de Santiago a hacer un buen asado con empanadas, pa la segunda patita, pué.¡ Tiquitiquitiiií!

3 comentarios:

Barbaridad dijo...

jajajajajajajaj
guarisnaqueeeee
jajajajajjajajaja
puta que me gusta esa palabra
"guarisnaque"
jajajajajajaj
como se la traduces a un francés?
Imposible


Te mando millones de abrazos amiguita, por lo visto tu celebracion de fiestas patrias estuvo mucho mas movida que la mia...y si, concuerdo contigo en que los chicos vestidos de huasos se ven bieeeen ricos... lastima que por aca no hay ninguno... aunque igual gritare viva chile!

Francisca Araya dijo...

Ejaleee!!!!!!!
asi me gustan los diociocho!
paradojicamente, yo los pase con anticucho y su buen vaso de chicha, porque la patria tira no mas.
¡¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS AMIGA!!!!
cuentamen despues todos los detalles del carrete, de ambos carretes.

Luciana dijo...

Feliz Cumpleaños!!!

Me gustó eso de pedirle permiso al papá para bailar...jejejeje. Un buen cambio después de tantos vapuleos felinos.

Me dio hambre este post...